Olga Fomina |
Te doy mi pulsera de oro,
mis anillos, mi collar.
-Eso es poco, niña hermosa,
eso vale mucho más.
-Qué es lo que queréis barquero
que no me querés pasar?
-Yo un beso de tu boquita,
de esos labios de coral.
La niña le dio el besito,
y el barquero la pasó
La niña saliò corriendo
y a su madre le contó
que un pícaro barquero
su boquita le besó.
La mamá salió corriendo,
y al instante se privó.
-No llore, madre querida,
que a mi nada me pasó.
La madre salió corriendo,
y al alcalde le contó
que un pícaro barquero
a su hija le besó.
El alcalde salió corriendo,
y en la playa lo encontró.
Y, ¡ay! siete años de presidio
por el beso que le dio.
En cambio a los nueve meses,
ahi "tá lo que sucedió;
que un par de gemelos hubo,
que la vida les costó.
-Sacado de Internet-
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